viernes, 4 de abril de 2008

La revolución de los claveles

El 25 de abril, Portugal rememora la Revolución de los Claveles de 1974, la que ha pasado a ser conocida la última revolución romántica de la historia contemporánea. Una revolución pacífica que, gracias al apoyo de la población portuguesa, acabó con la dictadura de Salazar que padecía desde hacía 42 años, abriendo camino hacia un régimen democrático.

La Revolución de los Claveles se denominó así por los claveles que los soldados sublevados decidieron colocar en la punta de sus fusiles.

El día 25 de abril de 1974 a las 12,30 de la madrugada se escuchaba en Radio Renacenca la canción revolucionaria de José Afonso "Grándola Vila Morena", símbolo del levantamiento: Muchos soles y lunas nacerán/ más olas en la playa romperán/ ya no tiene sentido tener o no tener/ vivo con mi odio a mendigar./ Tengo muchos años para sufrir,/ más de una vida para andar,/ bebo la hiel amarga hasta morir./ Ya no tengo pena, sé esperar.

El Movimiento de las Fuerzas Armadas sale a la calle, asalta cuarteles y detiene a miembros de la policía secreta portuguesa. En su levantamiento, se encuentra en las calles con miles de trabajadores que se unen a ellos, participando en la marcha de las flores en Lisboa, caracterizada por una multitud que porta claveles, la flor de temporada.

A las 17,30 del 26 de Abril, Américo Thomás, presidente de Portugal y sustituto de Salazar, se rinde oficialmente. Sólo habían muerto cuatro personas y la revolución culminaba en una democracia consolidada.

Olga

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